Lila extendió su mano. Con el objetivo de un apretón de manos. Pero Lacias respondió sujetándole la mano con fuerza.

—Un socio, dices. Esa es una palabra que realmente no me gusta.

—Entonces, ¿cómo te gusta expresarlo?

—Vamos a casarnos ahora, pero no se siente como un matrimonio real por lo frío y despiadado que suena.

—¿Eh?

Lila tenía una mirada visible de pura confusión en su rostro, estaba comenzando a preguntarse si él estaba bromeando más. ¿Qué pasó con su personalidad de lobo que tenía cuando entré por primera vez? Ahora está actuando como una oveja apacible. Se está volviendo difícil adaptarse.

Lila no supo cómo reaccionar porque no había una situación similar a esta en la novela. Nunca supo que Lacias tenía una personalidad endeble por dentro. No obstante, parecía fácil de leer en su estado actual. Tan fácil de hecho, que era casi como si una cola imaginaria se moviera detrás de él.

Ella se rió levemente ante este pensamiento…

La sonrisa de Lacias fue acompañada por una ceja levantada 

—¿Por qué te ríes?

—Oh Discúlpeme.

—No se necesitan disculpas. Me preguntaba por qué te reíste.

Parecía que él no tenía intención de retroceder hasta que ella se lo dijera, por lo que se vio obligada a responder con sinceridad.

—Lo siento. Cuando miré a su alteza, recordé un cachorro que había criado en el pasado.

—¿Un cachorro?

—Sí.

—¿Cuál era su nombre?

—Su nombre era Ruby

—Si es Ruby... ¿Era hembra?

Lila asintió.

—Mientras me mirabas, pensaste en una perra. ¿Qué debería pensar de esto? 

Lacias comenzaba a preocuparse por su propia apariencia, revelando a su vez una cara cómica. Lila casi se rió entre dientes de nuevo antes de contenerse, no queriendo comenzar otro problema.

—¿Me falta masculinidad? Nunca había oído hablar de eso antes.

Lila sabía qué quería decir.

—¿Estás diciendo que no soy lo suficientemente atractivo para ti? 

Su rostro junto con su comentario hizo que Lila ya no pudiera contener la risa.

—No estaba diciendo eso... Eras solo... Como un perro. —dijo vagamente, tratando de contener la risa

—Perro... ¿Como un perro?

—No, mi error. Parecías un cachorro. Básicamente quise decir que te veías... Lindo. 

Nota: Uy, si fuera Yoosung ya podríamos oír sus gemidos 😂

Al regresar a la mansión, lo primero que hizo Lila fue examinar la habitación de Hir.

Recordó que Jane le dijo cuando llegó. Ella confiaba en su elección, especialmente porque parecía estar feliz de informarle esto, pero aún quería asegurarse de que la habitación fuera perfecta para él.

La habitación era amplia, con suficiente espacio para decorarla con lo que quisiera y la luz del sol parecía estar entrando a raudales por todos los rincones. Tal habitación era común en la mansión de Marshmell, sin embargo, anteriormente le dieron una habitación terrible.

—¿Cuánto tiempo ha estado durmiendo Hir?

—Después de tomar la medicina, ha estado durmiendo todo el tiempo. Parece que el medicamento está funcionando bien.

—Gracias a Dios. Me preocupaba que se enfermara gravemente.

—Cuando se despierte, prepararé un buen caldo de pollo y se lo serviré. También le prepararé un té de menta caliente para que le ayude con la fiebre.

Lila asintió con la cabeza. Se alegró de que hubiera otra persona dispuesta a ayudar a Hir y, al mismo tiempo, sintió un intenso alivio porque su fiebre no había empeorado. Regresó a la habitación donde Hir yacía cómodamente por primera vez en mucho tiempo. Se detuvo fuera de la habitación mirando su sonrisa inconsciente. Debe estar soñando. No debería hacer nada para despertarlo.

—Debería acercarse y ver si el joven maestro está bien. Jane sugirió romper su proceso de pensamiento

—¿Estás... Segura de que debería hacer eso?

Jane sonrió dulcemente, comenzó a confiar en que la Sra. Marshmell ya no era la persona que solía ser. 

—¡Jaja, por supuesto que puede! Ahora, ¿a qué está esperando? Adelante. Después de todo, usted es su madre.

Lila no podía comprender sus propias emociones. Sentía que quería ver al niño de cerca y darle todos los cuidados del mundo, pero al mismo tiempo sabía que su personaje no merecía tal lujo. Sin embargo, decidió seguir su poderoso deseo de verlo de cerca.

Lila se acercó con cuidado al niño dormido tratando de reprimir sus pasos. Llegó a la cama y suavemente en el borde, hizo que la cama temblara un poco, afortunadamente, no fue suficiente para despertar a Hir. Después de un largo período de reflexionar sobre su adorable apariencia, no pudo resistirse a acariciar su cabello parecido a la lana.

Mirándolo desde ese punto de vista, Lila notó que se parecía a Lacias en cierto modo.

Los ojos de Lacias eran mucho más feroces en comparación con los de Hir, pero con los ojos cerrados, Hir tenían rasgos similares. 

Se dio cuenta de que los rasgos de Hir estaban muy bien descritos en la novela, ya que se veía exactamente como ella lo hubiera imaginado. «Pensar que un niño tan dulce se convertiría más tarde en un tirano temeroso.» Su adorable gentileza se convertiría en frío y despiadado. Trayendo desgracia a quienquiera que pasara a recibirlos. Definitivamente no fue un cambio agradable para ella. Sin embargo, su plan de hacer que este niño creciera en un camino recto no cambió.

Lila prometió una vez más que nunca dejaría que Hir se convirtiera en un tirano, ni que él se convirtiera en la excusa de su desgracia. De lo contrario, no podría vivir consigo misma.