—¿...?

Rosenia se sobresaltó cuando de la boca de Llewellyn salieron palabras groseras, completamente impropias de él. Miró a su alrededor para encontrar a los "bastardos" de los que estaba hablando.

Dentro del restaurante, había dos parejas, una familia y dos grupos de tres y cuatro personas respectivamente. Ella pensó que tal vez estaba hablando de ellos.

Esos tipos parecían tener unos 30 años como máximo, mientras que el más joven parecía tener más o menos su edad.

La miraban, para ser exactos, y susurraban entre ellos.

Y luego, por un breve momento, Rosenia miró a los ojos al más joven, quien rápidamente se sonrojó y bajó la cabeza.

Sin darse cuenta, esa linda reacción la hizo reír. Siguiendo su reacción, las otras personas comenzaron a mirar en su dirección. En cualquier caso, solo parecía estar bien por fuera...

Me alegro de que Adrian no esté aquí.

Rosenia estaba segura de que su hermano se habría vuelto loco y amenazado con sacar los ojos de esos hombres...

Mientras Rosenia se estremecía al pensar en el temible poder mágico de Adrian, de repente sintió un escalofrío proveniente del asiento junto a ella.

Girando lentamente la cabeza hacia un lado, notó que Llewellyn estaba mirando al hombre más joven con una sonrisa escalofriante.

—… —Rosenia lo miró fijamente con los ojos bien abiertos, sin habla.

Ahora que lo pienso, era la primera vez que veía su rostro enojado.

«¿Por qué está enojado? ¿Porque ese joven se sonrojó de mí? Solo por  eso, este tipo, ¿por qué?»

Habiendo notado su reacción, su mente se volvió caótica y tuvo dificultades para digerir la situación.

Entonces, de repente la golpeó.

«¡Ah, ya veo…! ¡El anticuado duque de Rasian no puede soportar que otros hombres se sonrojen al ver al sexo opuesto en público! Así que, efectivamente.»

Rosenia asintió con la cabeza de acuerdo consigo misma. Los ojos de Llewellyn se volvieron hacia ella.

De un vistazo, sus ojos habían vuelto a su suave brillo.

Bueno, como era de esperar, es tolerable.

Rosenia miró a Llewellyn y sonrió alegremente. Luego, pareciendo dudar por un momento, pronto le sonrió. Su mano se estiró y metió el lado de su cabello detrás de su oreja que había caído por su mejilla.

—Dijiste que tenías hambre, ¿verdad? ¿Pedimos?

—¡Oh! Sí.

Ante su pregunta, Rosenia asintió y tomó el menú. Había ido a menudo a este restaurante con Adrian, así que sabía lo que estaba delicioso.

—Hmm, estofado de almejas con aceitunas... Ah, ¿te gustan las almejas?

—Estoy bien con cualquier cosa.

—¿De Verdad? Pensé que serías quisquilloso con la comida.

Mientras hablaban, inesperadamente, Llewellyn sonrió y dijo—: Cuando estoy con Rose, todo es delicioso. 

—¿E-es así?

—Sí. Pero todavía no he probado la cosa más deliciosa.

«¿De qué diablos está el hablando?»

(NT: Pensamiento impuros, por favor aléjense. Casi pensé que le diría 'tu almeja')

Rosenia sintió que había algún significado oculto detrás de sus palabras, pero no pudo identificarlo. Supuso que el duque simplemente estaba haciendo una broma.

«Hagamos un pedido rápido.»

Rosenia bajó la cabeza y miró el menú, eligiendo algunos platos y bebidas más.

Llewellyn dijo que estaba bien con cualquier cosa, pero ella le preguntó uno por uno por si acaso.

Cada vez que Rosenia lo hacía, Llewellyn respondía con un 'todo está bien mientras Rose me alimente' o un 'Me gusta lo que le gusta a Rose'.

Rosenia no sabía si Llewellyn hablaba en serio o no. Después de ordenar la comida con emociones encontradas y esperar un tiempo, el camarero finalmente llegó con la comida recién salida del horno. Tragó saliva mientras veía cómo los platos llenaban la mesa.

El marisco de esta zona era fresco y de buena calidad, por lo que estaba delicioso sin importar cómo se cocinara. La ensalada de tomate y queso también fue excelente.

Además de eso, Rosenia no se emborrachó con la cerveza de frambuesa carbonatada mezclada con miel, sin importar cuánto bebiera.

¿Llewellyn se ha emborrachado alguna vez?

Rosenia miró a Llewellyn mientras tomaba un sorbo de su cerveza de frambuesa. Un sabor dulce y refrescante se esparció dentro de su boca.

«¡Es tan delicioso…!»

No pasó mucho tiempo antes de que su confusión interior se desvaneciera. Todas sus preocupaciones y pensamientos sobre Llewellyn desaparecieron por completo y lo único que le quedó en la cabeza fue la deliciosa comida y bebida.

Rosenia comió y bebió con entusiasmo sin preocuparse por su entorno. Fue solo cuando estuvo un poco llena que poco a poco volvió a sus sentidos.

—Esto... estaba demasiada concentrada en comer de nuevo.

Adrian solía burlarse de ella por su hábito de comer.

«Me siento un poco avergonzada por alguna razón...»

Rosenia miró hacia arriba y miró a Llewellyn sentado a su lado. Sus ojos se encontraron de inmediato.

Entonces, Rosenia notó que sus platos y utensilios estaban intactos, como si él la hubiera estado observando todo este tiempo.

«No, ¡¿no ha comido y solo me ha estado mirando todo este tiempo ?! ¿Es tan emocionante verme comer? ¿Es divertido de ver?»

De repente, Rosenia se sintió tan avergonzada que se sonrojó y bajó la cabeza. Meneando las manos, preguntó.

—Duque, ¿no vas a comer?

—...

Llewellyn se detuvo un momento y respondió.—:Rose se ve tan linda cuando come a su antojo.

—¿...?

«¿Qué?»

Rosenia parpadeó y miró a Llewellyn con desconcierto. Él sonrió tranquilamente y extendió el pulgar para limpiarle la boca. A continuación, se llevó el pulgar manchado de salsa a la boca. Ella se sorprendió.

Su lengua se deslizó a través de sus labios pálidos, lamiendo levemente su pulgar. Casi se desmaya ante tal visión.

Llewellyn, que había lamido la salsa, la miró con una mirada extraña mientras murmuraba.

—…Es delicioso.

«Decir que es delicioso... ¡no creo que se refiera a la salsa!»

Sus nervios estaban al límite cuando juntó las manos con fuerza.

Rosenia terminó su comida sin saber si la comida pasaba por su boca o directamente hacia su estómago.

Saliendo del restaurante con desgana y por la calle, Rosenia tuvo un pensamiento. La idea de que Llewellyn la estaba seduciendo a propósito había surgido en un rincón de su mente.

«N-no, no puede ser, simplemente no es él mismo... Sí, tal vez por eso es así. Si esto sigue así, no podré manejarlo ¿Debo contactar a la familia del Duque? Pero, ¿y si hay un malentendido? Agh, me estoy volviendo loca.»

Rosenia imaginó que así se sentían los soldados ante un dilema. Seguía pensando en cómo resolver esta loca situación, pero no podía encontrar una respuesta por mucho que lo pensara.

Y por lo que Rosenia había aprendido en su vida anterior, había un enfoque probado y verdadero que todos los humanos tomaron en estas locas situaciones. ¡Simplemente darse por vencido!

«Jaja, no lo sé ¡Juguemos por el momento!»

Rosenia agarró con fuerza la mano de Llewellyn y se dirigió a la playa.

Caminando uno al lado del otro, mientras Rosenia sonreía, Llewellyn la miró y le dio una hermosa sonrisa.

Como ya era así, Rosenia decidió disfrutar del bello rostro del protagonista masculino. Al ver su rostro sonriente, Llewellyn, visiblemente complacido, preguntó.

—¿Mi cara es de tu agrado?

Rosenia asintió con celo y respondió —:Sí, por supuesto que me gusta.

¿A quién en el mundo no le gustaría la cara del duque de Rasian?

Incluso el estricto Adrian reconocería la belleza de Llewellyn.

Llewellyn, al escuchar su respuesta, por alguna razón bajó la barbilla con una mirada de vergüenza. Aunque sus ojos estaban un poco rojos, parecía estar algo orgulloso de sí mismo.

Rosenia de repente se preguntó mientras estaban en el tema. Fue solo por curiosidad.

—¿Qué hay de mí? ¿Le gusta mi cara al duque?

—...

Rosenia se puso un poco nerviosa porque era la primera vez que le hacía a alguien una pregunta así.

Su rostro era bonito gracias a los genes de su madre y su padre, pero se preguntó cómo sería para alguien como Llewellyn Rasian.

Después de todo, en la historia original, el protagonista masculino tenía buen ojo para las personas hermosas.

Y la protagonista femenina Sierra, la única que había llamado la atención de Llewellyn de un vistazo y lo había cautivado, era una mujer muy hermosa.

Pero en lugar de ser glamorosa, Sierra era una mujer hermosa con un comportamiento puro y elegante, como ver una flor de lirio de los valles en plena floración.

Quizás por eso Llewellyn se enamoró de ella a primera vista. Un solo Lirio de los Valles entre numerosas rosas estaba destinado a llamar la atención de una persona.

—Pensando en ello, debería ser una rosa.

«Mi nombre significa rosa... Precisamente, significa 'jardín de rosas'. Rosenia.»

A Rosenia le dijeron que cuando su madre estaba embarazada de ella, soñaba con un jardín de rosas lleno de rosas escarlatas de verano, así es como nació su nombre.

Bueno, es verdaderamente romántico.

El origen de su nombre no apareció en la historia original. En primer lugar, ella era solo la hermana menor del villano Adrian.

—El malvado compañero de Adrian... ¿Carne de cañón, por así decirlo?

Sin embargo, Rosenia recordó su vida pasada y actuó de manera diferente en comparación con la historia original. Ella no ayudó a Adrian a hacer cosas malas y lo pacificó cada vez que él intentaba ser malvado mientras crecían uno al lado del otro.

Rosenia era muy consciente del hecho de que ninguna cantidad de cariño podía suprimir los malos pensamientos de Adrian. Así que tenía que estimular los otros deseos de Adrian.

[Hermano, ¿no puedes simplemente parar? ¿Por mí?]

[Hermano, tengo miedo cuando actúas así…]

Así fue como Rosenia domó a Adrian.

Y su método funcionó muy bien para domesticarlo. Adrian, que tenía un complejo de hermano, tenía un miedo mortal de que Rosenia lo odiara.

«No esperaba que Adrian creciera con un complejo de hermanas serio... Bueno, gracias a eso, se volvió más fácil de domesticar.»

Rosenia miró a Llewellyn y esperó su respuesta. Ha pasado algún tiempo desde que ella le preguntó, pero él se limitó a mirarla en silencio.

«… Tal vez, ¿está pensando en cómo responder sin herir mis sentimientos porque mi cara no es de su agrado? El duque de Rasian es considerado después de todo. B-bueno, puede decirme directamente. No me voy a lastimar. En serio... ¿verdad? ¿O me voy a ofender?»

Rosenia pateaba a Adrian para  hacerlo callar cada vez que él le decía que era fea, pero por alguna razón, la idea de que viniera de Llewellyn la hacía sentir extraña.

En este punto, su entusiasmo ante la idea de simplemente 'rendirse' disminuyó, y la atmósfera se volvió insoportable por alguna razón.

Para ser exactos, la persona a su lado todavía sostenía su mano con fuerza y ​​no la soltaba...

Rosenia sacó la mano del interior de sus grandes manos para intentar alejarse.

Sin embargo, sus manos de repente se tensaron y sostuvieron su mano con firmeza.

—¡...!